Pirineos sin GPS

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 All the itineraries are in order from W to E.       Todas las actividades están ordenadas de O a E.
 These texts correspond to hikes & climbing itineraries in the Pyrenees. Written in Spanish

 

1. Al Oeste del Somport.

Adi e Iturrunburu.   Desde Sorogain al collado Aldatun, montes Adi e Iturrunburu y descenso por la vertiente E.
Hiru Erregeen Mahaia-Mesa de los Tres Reyes. Desde Belagoa.

 

2. Entre el Somport y el puerto de Bujaruelo.

Desde Formigal al cuello Foratata y pico Foratata (2303 m).
Corredor SW pico Serrato (2881 m).

 

 3. Entre el puerto de Bujaruelo y el túnel de Vielha.

Desde Cap de Long al Turon de Néouvielle, refuge Packe y Pic Long (3192 m).
Desde Piedramula al collado las Puertas y pico la Munia (3143 m).
Desde Ordiceto a la punta Suelza (2974 m).
Pico Remuñé, espolón N.
Pico de Paderna, corredor NW.
Cresta de las agujas de Llosás.
Pico Russell, corredor SW.

 

 4. Al Este del túnel de Vielha.

Desde el Plá de la Cabaña al Tossal de Raspes Roies (2783 m).

 All the itineraries are in order from W to E.       Todas las actividades están ordenadas de O a E.

 

 

1. Al Oeste del Somport.

 

 

Adi e Iturrunburu.   Desde Sorogain al collado Aldatun, montes Adi e Iturrunburu y descenso por la vertiente E.

Dejamos el vehículo junto al albergue de Sorogain (860 m. 0h.), salvando una pequeña cuesta y posterior descenso por la pista que sigue el fondo del valle. Sale entonces a nuestra izquierda otra pista que cruza el río (sin puente) y entra en el hayedo de la otra margen. Justo en el intermedio entre ambas pistas se inicia un camino contiguo al río (alguna baliza, confuso) por donde debemos ir. Pronto cruza el río y enfila el ramal del valle que baja desde el collado Aldatun (ONO, margen izquierda, se da vista al Adi).
Al estrecharse el valle se cambia de margen y comenzamos a ganar altura entre el hayedo (atención a las balizas), alcanzando bastante más arriba una zona estrecha donde confluyen dos ramales de valle (poco perceptible) y en la que nos elevaremos por el contrafuerte que divide ambos (fuerte pendiente, a media cuesta hay un tramo confuso), ya no volviendo a transitar por vaguada. Tras una zona de manantiales se sale a la derecha por dos zonas en balcón, iniciándose de nuevo un repecho en revueltas del que nuevamente salimos a la derecha abandonando el hayedo y coronando un núcleo de cipreses en el collado Aldatún.
A nuestra izquierda (OSO) se observa la pronunciada rampa herbosa que, limitada a la izquierda por una valla, nos conducirá lentamente al roquedo cimero del Adí, donde a la derecha se culmina la ascensión (1459 m.). Vértice geodésico.
De regreso al collado seguimos al otro lado (ENE) la loma herbosa hasta toparnos con un resalte calcáreo cubierto de bosque. La senda lo evita por la izquierda (marcas GR), accediendo a los pastizales del otro lado donde una zona plana a la izquierda de la divisoria permite acercarse al evidente resalte del Iturrunburu, erguiéndonos (N) hasta su cima (1332 m.). Buzón. Descendemos por la ruta de subida hasta un caballete en la alambrada que aparece al pie de la cuesta cimera. Lo cruzamos y nos dejamos caer (ENE) ladera abajo hasta dominar el valle. Se aprecia una fuente al aplomo de la cumbre de Iturrunburu, donde repondremos agua (fuentes de Sorogain) y desde la que tomaremos la ladera de su margen izquierda como mejor modo de alcanzar el fondo del valle de Sorogain, aproximádamente un kilómetro por debajo del collado fronterizo. La pista nos devuelve hasta el punto de partida (860 m.).


 

 Hiru Erregeen Mahaia-Mesa de los Tres Reyes. Desde Belagoa.

En la parte trasera del refugio de Belagoa (1430 m. 0h.) cruzamos el torrente para avanzar en horizontal (E, balizas rojas, sendero) por la pradera. Se desciende para atravesar un segundo torrente y caminamos bajo un escarpe rocoso al iniciarse el hayedo. Perdemos algo de altura desplazándonos hacia la derecha por el fondo de pequeñas hoyas (SE, marcas beiges, confuso) que aún tuercen más a la derecha y nos llevan a una traza más marcada que se sigue a la izquierda (el ramal de la derecha no se emplea hoy día). A partir de aquí comenzamos a ganar altura (ENE, la senda es la única referencia) por una tupida selva entre hoyadas que cada vez ofrecen más roquedo. Culminamos un collado todavía entre bosque desde donde se desciende al llano herboso de Añabakardia, que recorremos por su centro. Continuamos luego elevándonos entre hoyadas (varios quiebros, marcas amarillas, zonas de bosque) hasta ya salir a una vaguada pedregosa frente a la cual se marca el final del lomo rocoso del Añelarra. Ascendemos (ESE, senda balizada) siempre a la derecha de esta elevación, enlazando una sucesión de canales que permiten un cómodo avance, en contraposición a la cada vez más quebrada meseta rocosa que se ve a nuestra derecha. El collado parece no llegar nunca, apareciendo algo antes una vieja inscripción en una gran piedra a la izquierda del camino (2055 m.) que marca el inicio de la ruta hacia la Mesa.
Bajamos a la meseta rocosa y seguimos una muy confusa línea de hitos (S, algún punto azul) que deja a la izquierda una prominencia y luego ya sí entra a ese lado en la base de una primera elevación obligada. Volvemos a quebrar hacia la derecha en una zona de resaltes (la ruta es muy difícil de seguir con visibilidad reducida) y afrontamos la ascensión de una canal pedregosa a la izquierda de una elevación importante (2150 m.). Se baja luego (SSE, alguna baliza) a una depresión quebrada y aún otra más profunda (Col des Ourtets) de la que se avanza a la izquierda para salvar una loma donde otra nueva vaguada importante entra ahora hacia Larra. Ahora estamos al pie de la Mesa, alzándonos primero por una ladera áspera (SSE, hitos) que culmina una primera loma. Evitando asomarnos a la vertiente de Lhurs damos entrada bastante más arriba a una canal por donde ya suben trazas de senda (S, incluso SSO) coronando el collado entre las dos cumbres de la Mesa (2380 m.). A nuestra derecha, una trepada algo a la izquierda del filo (hito) supera un primer resalte donde entramos en la vertiente N, debiendo ascender luego en oblicuo (I, algo expuesto en descenso) hasta superar un contrafuerte en este lado. Detrás, una canaleta nos permite encaramarnos otra vez a la divisoria, que ya se sigue (dos resaltes) culminando la Mesa de los Tres Reyes (2444 m.). Castillo de Javier, estatua de S. Francisco Javier y buzón.

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FOTO: Macizo de la Mesa desde el Anie.

 

 

2. Entre el Somport y el puerto de Bujaruelo.

 

 

Desde Formigal al cuello Foratata y pico Foratata (2303 m).

La parte alta de la urbanización de Formigal es un rellano ocupado por chalets y, a la izquierda, nuevos bloques de pisos. Entre ambos parte (1640 m. 0h.) una pista que cruza los prados hacia unos nacederos de agua y luego sube la loma un poco a nuestra izquierda (N, estrecha senda PR) entrando en otro valle que recorremos hacia su fondo. Se marca a la izquierda un cerro de pinos y roca caliza (O Forato) unido a la peña Foratata por un collado al que nos vamos a dirigir (N, despreciar una senda de ganado que marcha a la derecha). En este punto (2040 m.) parte una senda por el fondo de la vaguada opuesta que es la adecuada tanto para bajar a los prados del Arrigal como para acceder a las cumbres de Soques. Otra senda sigue en la loma de la derecha hasta dar inmediata vista al collado de Foratata, subiendo entonces a nuestra derecha (ESE, hitos) hacia el roquedo que bruscamente salva hacia la izquierda (ENE) ganando la loma de la Foratata. En la otra vertiente de este privilegiado mirador avanza la senda (SE) dando vista a las dos cumbres de la Foratata. Inicialmente se sortea una antecima y nos situamos en el collado previo a la primera de las cumbres. La ascensión hasta ella a plena cresta salva un resalte por una evidente canaleta (II) y luego sigue un filo bastante roto (I+, algo expuesto) hacia el doble punto culminante. La senda, sin embargo, vuelve a la vertiente de la Sarra destrepando una chimeneíta (I, un poco expuesto, cueva) y ya por mansos prados se sitúa en las cercanías de la brecha entre ambas cumbres de la Foratata.
La subida hasta la cumbre occidental desde aquí sigue una ladera herbosa al que sigue un espolón de roca fisurada (I) que nos emplaza bajo el resalte final. Aquí trepamos dos zonas hendidas de roca rota (I+, algo expuesto) de las que salimos a la derecha sobre una primera cota. Tras una brecha que exige subir un resalte (I) se alcanza la otra cumbre, un metro superior.
Para escalar la Foratata Oriental volvemos a los rellanos previos a la brecha entre ambas Foratatas, observando una canal oblicua hacia la derecha que sube a una brecha entre una primera torre y el pico principal. La senda entra hacia la izquierda buscando su base (hitos, huella de paso), entrando en unas zonas de roca firme y suelta (I, algo expuesto) que a la derecha encuentran una gravera (huella de paso) para subir al resalte clave de la canal (lazos de rápel).
Un poco antes se puede trepar a nuestra izquierda (pequeñas lajas, roca rota, II) para ganar una hendidura paralela a la canal que nos salva (I+, lazos de rápel) el paso, continuando por una gravera oblicua (huella de paso) hasta el collado (hito).
A la izquierda es evidente una fisura-chimenea que, oblicua hacia ese lado, supera el muro. Es un paso bastante vertical con relativas buenas presas (III+, 10 m.) que ya nos conduce a la zona superior. Trepamos ahora próximos a la arista, en zonas expuestas (III) que permiten alcanzar la máxima cumbre (2303 m.).


 

Corredor SW pico Serrato (2881 m).

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FOTO: Perspectiva y cotación del corredor SW del Serrato y foto en el primer resalte, tramo intermedio y salida a la cumbre del pico (2881 m).

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3. Entre el puerto de Bujaruelo y el túnel de Vielha.

 

Desde Cap de Long al Turon de Néouvielle, refuge Packe y Pic Long (3192 m).

Brecha de Néouvielle (2925 m.). Ascendemos (SO) siguiendo una huella de paso en la gravera que se inclina hacia la más suave vertiente de Maniportet. Algún paso es sobre zócalos de roca firme, pero sin dificultad alguna. La pendiente se suaviza en la cumbre del pic des Trois Coinsellers (3039 m.).
Seguimos (OSO) la cresta, que pronto se recorta (algo expuesta) y obliga a apoyar las manos. La erosión del nevero al Norte afila la divisoria y nos obliga a escapar (II-) sobre unas terrazas en la vertiente opuesta, avanzando en paralelo al filo. Luego aparece una sucesión de brechas y pequeñas cotas que se trepan bien por el filo o haciendo uso de esa misma vertiente S. La dificultad va mermando y concluye definitivamente al ofertarse al Norte una amplia ladera de bloques sueltos por la que descendemos unos metros para afrontar (SO) la subida final al Turon de Néouvielle. Hay trazas de senda que ayudándose de esa vertiente pedregosa se alzan hasta la amplia cumbre (3035 m.).

Turon de Néouvielle (3035 m.). Descendemos (NO) siguiendo uno de los caminos que llegan hasta esta cumbre, con pendiente suave que se transforma en rellano pedregoso al salvar un contrafuerte que cae hacia el Norte. Doblada la loma, una ladera pronunciada cae (ONO, hitos, huella de paso en la parte inferior) sobre el col de Coume Estréte, cubierta de bloques inestables y un poco escorada hacia la vertiente N. Dejamos el itinerario marcado y salimos sobre roca firme al punto exacto de collado (2767 m.) de donde una fina cresta avanza al ONO. Al comenzar a ganar altura, entramos en la vertiente S para evitar unas cotas quebradas, regresando hacia el filo (I, bastante inclinado) en el punto en que lanza su cuesta final. Se entra entonces en la vertiente N (grandes bloques) realizando finalmente una diagonal que gana (NO) la divisoria que nos separa de la Coume del Ours. A nuestra izquierda trepamos la cresta (I) hasta la antecima, de la que es preciso descender un poco a la izquierda del filo (I+, bloques) para cruzar una profunda brecha de la que se remonta (II-, placa) sobre la cima del Pic de la Coume del Ours (2855 m.).
Seguimos el cordal NNO hasta el punto en que hemos amanecido, continuándolo hacia abajo. Es preciso evitar el filo por la vertiente O (I+), destrepando luego ya en esta dirección (I+, algo expuesto) para así alcanzar la gravera que es base de esta cresta y da origen a la Coume del Ours, valle pedregoso incomodísimo de recorrer sobre todo en su parte inferior y que nos va a depositar en la senda del col de Rabiet, junto al refugio Packe (2510 m.). Noche recomendada.

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Descendemos desde el refugio Packe (2510 m. 0h.) al camino y tomamos el descenso del col de Rabiet hacia su vertiente Sur, primero en revueltas (S, se domina el precioso lac de Rabiet) y luego en flanqueo hacia la izquierda (SSE) que alcanza el valle en el estrechamiento de grandes bloques que contiene el lac Det Mey.
En la margen izquierda sube oblicuo un sendero (SE), ganando una terraza por encima de este último lago donde se cruza otro sendero. Sin tomarlo, continuaremos enfrente una canal (S, no hay senda) que pronto nos lleva a un rellano herboso ocupado por una balsa de agua (2370 m.). Seguimos (S, hitos) la garganta sobre su cabecera, alcanzando arriba un rellano que se abre hacia nuestra izquierda (2510 m.). Es preciso ahora ganar altura por toda la áspera ladera de bloques que tenemos encima (S, canso), buscando la base de la divisoria de Crabounouse, sobre la que aún no debemos alzarnos sino ladear a la izquierda. Sin embargo se aprecia un importante resalte en cuya base sí debemos encaramarnos (I) a la cresta (2840 m.), ascendiendo próximos al filo hasta coronar una cota donde la cresta se suaviza y podemos recorrer fácilmente, salvando una cota escarpada mediante una canaleta en la vertiente O que ayuda a emplazarnos al pie del pico (2925 m.).
Un amplio lomo inclinado conduce a la llanura pedregosa que conforma el pic de Crabounouse, alcanzándose su punto culminante al cortarse al pico la loma sobre el valle de Gédre.
Continuamos la loma evitando el abismo hasta la primera cota del pic de Bugarret, donde la divisoria gira a la izquierda dominando el valle de Campbieil y se yergue (tender a la vertiente N, huella de paso) sobre la afilada cumbre.
Es preciso regresar a la base del pináculo cimero para recorrer en horizontal una terraza expuesta sobre la vertiente S (roca rota, aéreo) a cuyo término una mínima trepada (I) nos devuelve a la divisoria, por donde fácilmente alcanza la cumbre oriental.
Ahora se presenta el paso más comprometido a plena cresta, consistente a buscar una diagonal colgada y expuesta sobre la vertiente SE (II+, roca calcárea quebradiza) por donde salimos a la elegante brecha al pie del Dent d’Estibere Male. Podemos evitarlo descendiendo una inclinada ladera al N. del collado entre las cumbres principal y E de Bugarret, que gana así la gravera en la base de la brecha que queremos conseguir, remontando luego hasta ella (2950 m.).
Atravesamos ahora hasta una bonita chimenea a la izquierda del filo, que escalamos (II) saliendo a la izquierda en su tramo superior. Se corona el Dent d’Estibere Male (3017 m.), de donde es preciso descender al N (I, huella de paso) alcanzando una vaguada colgada que rompe la belleza de la cresta pero nos permite volver al filo justo al inicio del espolón E del pic Long. Iniciamos su recorrido, pronto entrando hacia la derecha (hitos) sobre repisas y canaletas colgadas que permiten salvar fácilmente el primer resalte de la cresta. Luego se afrontan tramos a plena cresta (II-) y en la vertiente N, afrontándose un sector especialmente bello que recorremos próximos al quicio (II). La cresta es larga, marcándose la cercanía de la cumbre al entrar sobre una canaleta en la vertiente N (hitos) que permite evitar el bellísimo resalte cimero. Estas canales colgadas se yerguen de nuevo hacia el filo (I+, grandes bloques) coincidiendo con la zona cimera, donde un poco sobre los abismos al N. Se marca la cima (3192 m.).
Descendemos por la canal que hemos subido, siguiendo su fondo hasta el momento en que se aprecia podemos salir a la izquierda al abrirse ésta. Es importante no bajar entonces ni un metro más por su fondo, y realizar una travesía oblicua (I) que enlaza con una canal más directa desde cumbre y busca la esquina más próxima al pic Long del collado que se marca en la cresta del pic Badet. Justo ahí aparece el primero de los rápeles (1 cuerda de 40 m.) que permite destrepar una canaleta en la vertiente de Pays Baché. El tramo terminal de ésta es bastante vertical pero con buenas presas (II+). El siguiente rápel coincide con un resalte más simple (II), pero no así el que aparece bajo la terraza de piedra suelta en su base (III-). Luego ya se desciende por una canal más amplia que presenta un último resalte aislado (II+) y un zócalo en su base también equipado para rapelar pero que destrepamos muy bien a su izquierda. El hielo cubierto de piedras del glaciar de Pays Baché (inestable e incómodo) nos deposita por fín sobre terreno plano.


 

Desde Piedramula al collado las Puertas y pico la Munia (3143 m).

Al dejar atrás Parzán en la ruta de Francia aparece una carretera sinuosa a la izquierda que sube al pueblo colgado de Chisagués. Dejamos abajo sus casas en la evidente pista forestal que sigue la margen derecha de este angosto valle hasta la explanada junto a la borda Brunet (1675 m.). Se inicia luego un duro repecho (20%, desprendimientos) que nos acerca a las praderas junto a la revuelta de Piedramula (1920 m.). Se deja a la izquierda el sendero GR11 que cruza el río en su ruta hacia la Estiba y torcemos la curva de la pista, encontrando un segundo sendero a la izquierda que salva un resalte para entrar en el rellano confluencia de los torrentes que forman el valle. El barranco que baja del collado de las Puertas es el de más a nuestra derecha, que salvo el primer resalte se recorre por su fondo en invierno y primavera (canal 30°). La senda de verano, en cambio, sigue (NO) el contrafuerte entre esa vaguada y la siguiente a la izquierda (cascada característica), entrando (paso la Labaza) en la margen izquierda de este segundo valle antes de torcer a la derecha (NNE, senda, balizas) por fajetas colgadas en las laderas del Chinipro (avalanchas en invierno) y muy por encima del barranco del collado de las Puertas. No se alcanza el fondo de la vaguada hasta el rellano donde arranca la vía normal de la Robiñera (2460 m.), continuando ese último tramo suave de tan marcada canal que culmina el collado de las Puertas (2530 m.).
Un mínimo descenso nos emplaza en el plácido hogar de los lagos de la Munia, recorriendo la margen oriental del primero (N, senda) y también del segundo a medida que se empieza a ganar altura (N) enfilando una vaguada que sube en la dirección de la collada dels Ibons, al pie de la Munia. No iremos a esta collada, dado que un contrafuerte anterior a este paso deja entre ambos una vaguada que podemos remontar a nuestra derecha (NE) hacia la base de las paredes de la Munia. Se gana luego a la izquierda (roca rota, 30° con nieve) la divisoria de la Munia ya algo más arriba de la collada (evitamos así un tramo escarpado de la cresta) y justo previa al resalte del paso del Gato. Se avanza a plena cresta, apareciendo un corto resalte que se trepa en el filo (I) y pronto entrando algo sobre la vertiente de Troumouse en una canaleta (35°, expuesta con nieve) que vuelve hacia el filo ofreciendo un resalte rocoso. Se trata de una laja con dos estrías similares a los arañazos de un gato (paso del Gato) y donde la acanaladura de la derecha ofrece un modo sencillo de alzarse (II, 6 m.) sobre la terraza superior. Una canaleta un poco a la izquierda nos devuelve al filo, que seguiremos un trecho a plena cresta (inclinado) y luego al mermar la inclinación un poco sobre la vertiente de Troumouse. Se alcanza una primera cota de donde sigue un tramo algo quebrado (descenso y ascenso) hasta la antecima, con bajada a una pequeña brechita (I+, expuesto con nieve) que ya se remonta hasta la cumbre de la Munia (3133 m.). Hito


 

Desde Ordiceto a la punta Suelza (2974 m).

Un kilómetro y medio más arriba de Parzán en la carretera del túnel de Bielsa/Aragnouet se inicia una pista forestal que cruza el río Zinca (1190 m.) y empieza el duro ascenso por la margen derecha del barranco de Ordiceto. Una sucesión de revueltas da paso al rellano de la Pardina (1600 m.), a partir de donde el valle suaviza su inclinación y es objeto de frecuentes avalanchas en las canales que bajan del Norte. Al dar vista al edificio de la hidroeléctrica la pista tuerce a la izquierda y supera la canchalera para completar la revuelta y amanecer luego sobre las aguas del pequeño embalse. Unos metros después aparece una pequeña cabaña a la derecha (4 plazas, buen estado, puerta y chimenea, suelo de cemento). La pista sigue luego por las faldas del pico de Ordiceto, describiendo una gran revuelta en la que se aparta del valle y deja un camino más directo que busca su fondo. Siguiendo éste se afronta directamente la canal de más a nuestra derecha (SSE, 25° con nieve) que culmina el paso de los Caballos, enlazando así con la pista que ascendía por la ladera. Una cabaña de reciente construcción se aloja en la otra vertiente al abrigo del pico de Ordiceto (4 plazas, buen estado, puerta y chimenea, suelo de cemento). La pista sube ahora (SO) por el suave lomo hasta una pilona y el pluviómetro que ya domina el lago de Ordiceto (2370 m.).
Cruzamos (S) la presa lateral y afrontamos (SSE, hitos) la subida del lomo herboso bajo los escarpes del contrafuerte NO de la Suelza. Al mermar la pendiente hemos de recorrer hacia nuestra izquierda la ancha ladera bajo esos escarpes y por encima de un resalte que nos separa de la base de la montaña. Entramos así en una cuenca que se abre entre el contrafuerte NO y las paredes de la cumbre principal, ofreciéndonos una elegante pala (SO, roca suelta, con nieve 30°) que hemos de remontar.
Buscamos la salida al collado más cercano a la Punta Suelza, escarpado en la otra vertiente sobre la cuenca del lago el Cao. Se remonta así un corto trecho a plena cresta (SO) hasta una ladera menos inclinada que precede a un resalte rocoso. Es momento de entrar en la vertiente de el Cao, ya por encima de la zona de escarpes (SSE, algo expuesto con hielo) y ascendiendo en oblicuo sin pretender retomar el filo. Se abre luego una vaguada al acercarnos al espolón SO del pico que permite culminar con facilidad la cima (2974 m.). Vértice geodésico.


 

Pico Remuñé, espolón N.

Espolón N pico Remuñé


 

Pico de Paderna, corredor NW.

Paderna corredor NW


 

Cresta de las agujas de Llosás.

Desde la brecha de Llosás (2833 m.) es obligado entrar unos metros en la vertiente de Llosás para encaramarnos por una canaleta (I+) que conduce a la cresta. Entramos un poco en la vertiente de Coronas, viendo debajo el itinerario más directo (huella de paso) al que es posible acceder unos cincuenta metros antes de coronar la brecha en esa otra vertiente.
Una serie de canales que buscan la cresta posibilitan ganar altura (zócalos firmes, I+). Es preciso flanquear un poco hacia la izquierda antes de tomar una de las que ya consiguen alzarse sobre la parte cimera. Argarot S (3030 m.). Seguimos la cresta, superando una brecha cómoda (I) desde la que ganamos los bloques cimeros de la aguja Argarot (3034 m.).
Una canaleta desciende ligeramente a la derecha del filo, ofreciendose a plena cresta un anclaje de rápel. Es posible destrepar la canal (bloques sueltos, algo expuesto), superándose en la margen derecha los pasos sobre roca firme (II). Se abre luego en la pared en las proximidades de la brecha Argarot/Tchihatcheff, pudiendo acceder fácilmente a la misma. Esta brecha es fácilmente descendible en la vertiente de Coronas (nieve a 30-35°). Por la de Llosás es preciso seguir destrepando sobre roca firme en la margen derecha (II-, roca bastante sólida, 35 mts) antes de que su fondo sea ya terreno de andar. De regreso a la brecha, descendemos cinco metros en la vertiente de Coronas y ya es posible recorrer a la derecha unas viras (II-, bloques sueltos) de las que se pierde algún metro más para entrar en una zona hendida hacia la aguja Tchihatcheff. Unas fisuras permiten elevarnos por ella (II), acercándonos al borde de nuestra izquierda para superar algún resalte más vertical (II+, bloques sueltos) antes de que una vira sugiera entrar a la derecha y remontar una canaleta (III-, bastante vertical y expuesto) que asoma a la brecha ahí existente (mínimo espacio y bloques sueltos).
Inmediatamente se abre a la izquierda la placa clave de esta ascensión: una rampa en el filo con fisuras oblicuas y de pendiente moderada que permite un muy bello tramo de 15 m. (III) hasta la terraza al pie del resalte superior (anclaje de rápel, con 25 m. se llega al pie de la canaleta). Un poco a la izquierda se marca una chimenea que podemos escalar a dos paredes (II+, incomoda la mochila) y luego entrando en la hendidura del resalte cimero (II), si bien no es obligado pues recorriendo su base hasta el otro extremo hay un paso horizontal hacia la izquierda (I+) que igualmente permite alcanzar la cima (3042 m.). Esa misma terraza en la vertiente de Llosás permite destrepar (I) en paralelo a la cresta hasta el anclaje de rápel sobre la brecha con la aguja Franquenville. No aventurarse sin doble cuerda.
La canal que sube desde la vertiente de Llosás a esta brecha está cubierto de roca inestable (nieve a 30° a comienzo de verano) y ofrece unos metros finales sobre roca firme (I, margen izquierda). Por la vertiente de Coronas es compleja de descender. Sin embargo, hay que entrar unos metros en ese lado para afrontar la escalada de la aguja Franquenville, accediendo (II-) a unas canales que buscan la cresta. Trepamos por ellas (roca muy rota, II+) y la arista se yergue nuevamente al aproximarnos a la cumbre (hito). Entramos entonces en la vertiente de Coronas (vira en suave descenso) para encontrar una chimenea que por ese lado trepa (II+) y luego se avanza algo oblicuos hacia la izquierda (II-) buscando la zona cimera (3057 m.).
La cresta hasta la brecha superior de Llosás es larga. Se sigue bastante por su filo, con tramos aéreos, pasos atléticos (II-) y un destrepe obligado en una hendidura algo expuesta (II+, filo). Luego se recorre un tramo más bajo, acrobático (II-) pero sin brechas importantes (hay otro destrepe que se evita por la derecha), y unas viras en la vertiente de Llosás permiten evitar una zona de gendarmes a medida que se gana altura coronando una cota importante (3085 m.). Seguimos en una zona más fácil (I+) hasta coronar la punta (3085 m.) que bruscamente se rompe en la profunda brecha superior de Llosás. Un anclaje de rápel permite descender esa pared (20 m., III y bastante expuesto en subida) hasta una brecha anterior a la de Llosás, de la que es posible destrepar hacia la vertiente S (I+ en la base) o rapelar (cordinos) hasta la base del nevero en la vertiente de Coronas. Eligiendo la primera opción nos encontraremos justo al lado de la brecha superior de Llosás (3055 m.).


 

Pico Russell, corredor SW.

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Corredor SW pico Russell DAVID ATELA


 

 

4. Al Este del túnel de Vielha.

 

 

 Desde el Plá de la Cabaña al Tossal de Raspes Roies (2783 m).

Un kilómetro después del núcleo de los aparcamientos del pla de la Cabaña hay una fuerte revuelta a la derecha que cruza el riu de Sant Martí (1690 m.). En la margen derecha parte una pista que seguimos hacia la zona de canteras, cambiando de orilla antes de ella para continuar (SE) hasta su término en la confluencia de los barrancos del Port y de Moró (1840 m.). En ese punto un sendero (balizas) cruza este último torrente y se eleva (SE) por la ladera de bosque abierto que separa ambos valles.
En una zona de claro se atraviesa a la izquierda (ENE) y pasamos sobre una zona de gargantas hasta la encajada confluencia de torrentes de la cabana dels Pastors (2000 m.).
Con nieve ascendemos (S, repecho) por las laderas boscosas en la margen izquierda del valle hasta enlazar una serie de vaguadas en la base del serrat del Moró. Ahí atravesamos hacia la izquierda (SE, avalanchas) en una zona plana que busca retomar el valle, ya abierto, del Port de Rus. El circo se viste con las paredes rocosas del Castell de Moro a nuestra derecha, una serie de montañas ásperas enfrente y el cono del Tossal des Raspes Roies inmediátamente a la izquierda del port de Rus.
Avanzamos hacia el puerto (ESE), preferiblemente remontando una loma que separa el valle principal de una vaguada proveniente de las Raspes Roies. En la unión de esta loma con la montaña de Raspes Roies afrontamos directamente (E) la pendiente de sus laderas (resalte de 35° en su comienzo). Al afrontar la parte superior del contrafuerte que se desprende de la cima entramos hacia la izquierda (ENE, avalanchas) suavizando la pendiente con ayuda de la vaguada del coll Roi. La vertiente NO del pico ofrece una suave ladera que nos lleva con facilidad a la cumbre (2783 m.), bruscamente escarpada al SE. Hito y barras metálicas.

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FOTO: Picos del Pessons desde la zona de Raspes Roies